Cultivar la paz en nuestro hogar por @tereamar.yoga

Que reine la paz en éste hogar.

“Cada mañana nacemos de nuevo, lo que haga hoy es lo más importante”, dijo el Buda y con afecto tímido decidí escribir esta frase para que éste siempre viva en las casas dónde decido vivir, en Bariloche estaba escrita con fibra sobre el vidrio que me regalaba una hermosa vista al lago y las montañas. En los departamentos y casas por dónde estuve en Buenos aires siempre le encontraba algún rincón para pegar el papel y verlo a diario, mis viajes y movimientos siempre necesitaron motivación, soy una privilegiada de clase media argentina, pero a la vez, no tanto cómo para andar viajando por el mundo cómo decidí, cada movimiento que doy requiere paciencia, ahorros, dedicación, disciplina y esfuerzo. 

Hoy mi papel con la frase del Buda llegó hasta México y está pegado junto al espejo del baño, para que podamos recordarlo cuando nos vamos a dormir y cuando nos despertamos, no siempre es el mensaje que prevalece, pero si es el mensaje que trabajamos cada día por hacer prevalecer. 

Éstas líneas están motivadas porque hoy me desperté y mientras me decidía a preparar el desayuno le dije a mi compañero: ¡Que reine la paz en nuestro hogar!, y realmente es una intención genuina, no fue una frase dicha al azar, realmente desde lo más profundo de mi corazón deseo que aquí y en todas partes reine la paz, por eso quiero contártelo, porque todos los días puedes despertarte, al menos con la intención y el recordatorio de que así sea. 

Permítete observar lo que parlotea internamente descontrolado para darle espacio a la observación consciente del momento presente, así podrás comenzar a sembrar la paz. 

La mayoría de los pensamientos vienen cómo mareas en alta, una vez que permites que tu mente divague y pierda el foco atencional es cómo si retirarán al guardián de la puerta principal y dejarán que ingresará cualquiera a pasear libremente por sus profundidades tan delicadas, imagina que montones de personas se meten a tu casa, toman tu comida, ensucian tu piso, usan tu cama, vacían tu heladera y consumen todo alrededor. 

Te olvidas del derecho de admisión, si no cuidas el castillo de tu mente, si no recibes y dejas pasar a los huéspedes conscientemente ellos usurparán tu hogar y no tendrán el más mínimo respeto por tí, en cambio, si tu recibes a los huéspedes, les preguntas que necesitan, los atiendes sin juicio y les dices claramente que éste es tú hogar, aclaras la máxima que rige en el y les cuentas que en tí reina la paz, ellos traerán espacios de novedad, de aprendizaje y de crecimiento colaborando en la búsqueda consciente de ese estado noble al que todos aspiramos porque forma parte de nuestra propia esencia.

Mira las paredes alrededor, mira las personas con las que vives, o las plantas y los animales, mira todo a tu alrededor y repite conscientemente: que reine la paz en nuestro hogar. 

Diluye tu ego por un gusto superior, cuida tu alimento, tus pensamientos, tus emociones, tus palabras, cuida lo que permites que ingrese en tu casa, cultiva en tu corazón lo que quieres ver manifestado en tu cotidiano, convierte cada día en un día de paz, toma un espacio para respirar, para escribir, para meditar, para abrazar, para cantar, para bailar, toma tu espacio de práctica diariamente, comprende que el cultivo de la paz, dependerá en primer lugar de tu trabajo interior. 

Si no estás en paz internamente, muy difícilmente veas paz en tu hogar, la sientas con tus afectos, la puedas vivir con cada ser con el que interactúas. Tú eres la paz, descubre amorosamente cómo ir quitando poco a poco las capas de condicionamiento que te dicen lo contrario y anímate a la revolución silenciosa, activa y comprometida que puedes hacer cada día para ser semilla de amor, semilla de presencia, semilla del mundo que todos quisiéramos habitar, un mundo dónde todos los seres, en todas partes, sean felices y libres de sufrimiento.

Que siempre reine la paz en el hogar.

Namaste.
Om Shanti. 

Agustina Teresa Giménez
@tereamar.yoga

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